“Si el Presidente Petro dice que somos traquetos o criminales, pues que no se siente a dialogar con nosotros”: disidencias de las Farc.


El segundo al mando de la delegación del Estado Mayor de las Farc-EP, Sebastián Martínez, hizo un fuerte reclamo al gobierno de Gustavo Petro sobre la forma cómo adelanta el proceso de diálogos con este grupo armado al margen de la ley

“El Presidente es muy grosero con nosotros, si cree que somos traquetos, criminales, bandidos, pues que no se siente a dialogar con nosotros. Las Farc-EP somos una organización que tiene dos dimensiones: la política y la militar, y estamos prestos para hacer la paz o la guerra. Para nosotros esos no son ni chantajes ni amedrentamientos”, expresó el líder guerrillero, quien además lidera facciones disidentes en el norte del Cauca.

Esta declaración se dio a una entrevista que realizó el periodista Winston Viracachá para el periódico conservador El País, uno de los medios tradicionales que más se opone a la llegada de la izquierda al poder.

Por eso, y en relación de cómo está hoy el proceso de paz con el Gobierno Nacional, el dirigente disidente fue claro en sostener que el mismo se encuentra una pausa.

«El proceso ahorita está pausado. Suspendimos la agenda que tenemos de común acuerdo con el Gobierno, o sea, las tareas que teníamos inmediatas, y nos fuimos a un proceso interno de consultas y esperamos que el Gobierno Nacional también convoque a su delegación, para que entreguen balances y logren, ojalá, identificar autocríticamente los errores a superar», agregó Sebastián Martínez.

También, y como forma de expresarse sobre el comportante de los integrantes de esta organización armada al margen de la ley,  el líder de esta organización armada reconoció que ellos cumplen con su palabra de dialogar con el Gobierno Nacional.

«Puede que no seamos lo suficientemente autocríticos, pero creemos que hasta ahora todos los compromisos a los que hemos llegado, se han cumplido. Si ve, desde el 8 de octubre, que se firmó la suspensión de acciones ofensivas, y luego el 16, el cese al fuego, no se ha registrado un acto contra la Fuerza Pública en Colombia, mientras que sí hemos recibido hostigamientos, desembarcos e incluso posicionamientos sobre unidades nuestras y los casos más graves, las dos emboscadas que se dieron en el Huila y en el Cauca», ilustró el vocero disidente.

Ya en relación con el cese bilateral al fuego, como dice el Defensor Nacional del Pueblo, es un despeje de territorio, explicó que eso es falso porque siempre ha permanecido en los territorios.

«No, los documentos son públicos, el decreto existe y los documentos nuestros los pueden ustedes conocer. Ahí en ningún momento se ha planteado despejes.

Pasando al tema de que los disidentes obligarona los campesinos de El Plateado, Argelia, a cercar a la Fuerza Pública y a expulsarla de la región, tambié su versión sobre este situación, registrada el pasado fin de semana en este punto del suroccidente del Cauca.

«No señor, ese es un rumor que el general Mejía (comandante general del Ejército) ha estado difundiendo. Desafortunadamente, creo que es una cuestión de ingratitud con unas comunidades que hace unas semanas fueron las mismas que los custodiaron a ellos, cuando no existía cese al fuego y el frente Carlos Patiño tenía rodeado un pelotón y ellas se les acercaron a las Farc para decirles que, por favor, pararan la confrontación para ellos meterse a buscar a un teniente del Ejército, que finalmente lo encontraron. Entonces, no entendemos como, si esas comunidades cuidaron al Ejército en ese momento y pactaron con el mismo Ejército que saliera del territorio después del Plan Democracia, custodiados por la ONU, la Defensoría del Pueblo y la MAP OEA, que el Ejército salga a decir que los secuestraron. Entonces, cabría la pregunta: ¿la Defensoría del Pueblo, la Misión de Verificación de la ONU y la MAP OEA son cómplices de secuestro?, porque ellos fueron los que acompañaron todo el traslado y la custodia de los militares hasta El Tambo».

Continuando con este tema, Sebastián Martínez sostuvo además que la fuerza pública quiere desviar la atención de lo que realmente sucedió y es que la gente estaba fastidiada del Ejército en EL El Plateado porque los militares hostigaban población, haciéndole requisas, incautándoles motos y vehículos de transporte particular en una zona donde no es común que se presente eso.

«Se sabe que en el suroccidente hay un rechazo generalizado a la militarización de los territorios, a la gente le fastidia ya tener al soldado, porque es el mismo que con los días se le empieza a robar la gallinita, a llevar la maquinaria agrícola y a venderla más arriba. Eso es lo que hay de fondo, además de que se incrementa la violación de los Derechos Humanos», agregó el representante de las disidencias.

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