Ultracatolicismo del Director de la Policía Nacional discrimina a la población LGBTI y pone en riesgo a los uniformados.


En una entrevista reciente, el General Henry Sanabria —director de la Policía Nacional— recurrió nuevamente a la Biblia para responder a las preguntas que se le hacían. En sus respuestas, el general dejó entrever su fanatismo religioso hablando de  exorcismos en la fuerza pública y de sus encuentros con el diablo, entre otros. 

Sin embargo, sus declaraciones sobre el condón, el VIH  y las personas LGBTIQ+ en la fuerza pública han provocado rechazo, inconformidad y malestar  en la opinión pública. 

En sus declaraciones a la Revista Semana, el general expresa abiertamente su rechazo al uso del condón por ser «abortivo» y culpa a la comunidad LGBTIQ+ por la existencia del VIH entre los agentes de la institución.   

Al ser interrogado por la valoración de Dios hacia las personas LGBTIQ+, el jefe de la Policía explicó que no existe ninguna distinción, pero en su respuesta incluyó referencias al VIH; a pesar de tratarse de diferentes temas, al respecto advirtió:

«No hay distinción de Nuestro Señor hacia ellos. Alguna vez reuní a un grupo de mi unidad, fue hace varios años, y les dije: “Mire, hay que tener cuidado porque la Policía Nacional, de las cuatro fuerzas, es la que más personas tiene con VIH y ese virus lleva a la muerte». De esas 15 personas que reuní, se murieron 12, las otras viven y están bien y son muy buenos trabajadores. Lastimosamente, como somos tantos, hay una comunidad LGBTIQ+ grande en la institución. No hay de pronto esa educación que les permita a ellos ser cuidadosos en lo que hacen».

Esa respuesta provocó  críticas de todos los sectores políticos, puesto que el general responsabiliza a los sectores sociales LGBTIQ+ de la transmisión del virus, uno de los prejuicios y tópicos más combatidos desde la década de 1980 cuando surgió la pandemia del VIH-Sida.

Organizaciones sociales, enfocadas en la protección y defensa de los derechos humanos, como Caribe Afirmativo, han rechazado categóricamente estas declaraciones. Al respecto afirmaron: «Rechazamos contundentemente las declaraciones de director de Policía a la revista Semana sobre la doctrina religiosa de la institución, especialmente las que estigmatizan a las personas LGBTIQ+ y a las que viven con VIH. Las instituciones estatales deben ser laicas».

 

Es claro que al general poco le importa lo que piense el país y así lo expresó en la entrevista: «Mientras más me critiquen, me santifican. No sufro. A mí me gusta que me ataquen y más si es por la fe».

En relación a estas declaraciones del Director de la Policía Nacional, el presidente Gustavo Petro señaló que:

«La discusión tiene que ver con dos temas: uno, las creencias religiosas de él, que tienen que ser respetadas. No perseguiríamos a nadie por una creencia religiosa. Lo otro es la separación que tiene que haber del funcionario y sus creencias: que la creencia no termine afectando. Sabemos de la creencia del general, pero intentamos que esa creencia no afecte. Es un tema que vamos a dialogar con él».

Para los colombianos se ha vuelto costumbre escuchar hablar al general Sanabria a través de los versículos de la Biblia, lo que lleva a pensar si su verdadera vocación no estaba en el sacerdocio y no en la institución. 

El pasado 8 de marzo, en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Sanabria se escudó en la Biblia y escribió en sus redes sociales que «el encanto de la mujer alegra a su esposo» y consideró «un homenaje» el destacar a las mujeres «sumisas» y «discretas».

El año pasado, organizaciones feministas rechazaron su nombramiento y lo señalaron por la presunta persecución a jóvenes de barrios empobrecidos, vendedores ambulantes y personas LGBTIQ+ cuando fue jefe de la Policía en Cartagena, entre 2019 y 2021. Poco después, causó polémica cuando se opuso a las celebraciones de Halloween por considerarlas parte de una festividad pagana y las calificaba de «estrategia satánica».

En la entrevista con Semana, Sanabria desmintió que hubiese «sacado policías de la institución por haber sido infieles», aunque apunta que «ojalá se pudiera».

En el diálogo con la directora de ese medio, el general Sanabria enfatizó su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo, la eutanasia y el aborto –que considera un «pecado muy grave»– en expresiones vistas como antiderechos que van en contravía de decisiones de la Corte Constitucional.

Independiente de la fe que profese, el general debe entender que Colombia es un país laico, que el machismo ha provocado miles de muertes de personas homosexuales y que la discriminación a la población LGBTIQ+ ha llevado a un número  elevado de asesinatos, tanto como el mismo VIH en Colombia. 

Un general que anteponga la biblia y el crucifijo a la Constitución Política del país se convierte en una amenaza para toda la población

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