¡Un verdadero acto de amor! María Eugenia ayuda a las palomas para que calmen la sed

La reconocida habitante de calle de Popayán da ejemplo de solidaridad y respeto a la naturaleza al compartir agua con las aves que habitan en la plazoleta San Francisco.


La plazoleta San Francisco de Popayán fue el escenario de un acto solidario y amoroso por parte de la reconocida habitante de calle, María Eugenia: comparte agua con las palomas que tienen como hábitat este espacio público.

A raíz de la intensa ola de calor que se registra en esta zona del país, muchas de esta aves buscan afanosamente tomar el vital líquido, incluso algunas de ellas mueren porque no lo pueden hacer a tiempo.

Por eso ella, una mujer que tiene poco pero tiene el cariño de muchos ciudadanos, se convirtió en el ángel guardián de las aves que permanecen en esta plazoleta. Por eso cuando se percatan que llega a este lugar, las palomas salen a su paso para que les den agua y hasta comida.

«Hay que cuidarlas, ellas son también hijas de Dios, no sé porque hay gente que no tienen corazón y las trata mal, las matan», manifiesta María Eugenia mientras carga envases o recipientes con el vital líquido.

Después, con amor y paciencia, vierte el agua sobre el piso para que poco a poco las palomas se acerquen para así calmar la sed en medio del intenso sol que se presenta durante estos días.

«No hay que hacerle caso a la morronguera que no quieren a las palomas, mientras que Dios me dé salud y vida, conseguiré agua para ellas, más ahora con estos solazos tan machos que tenemos en Popayán», relata María Eugenia mientras adelanta esta labor solidaria.

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